Es muy que probable que a estas alturas ya sepas que estás embarazada, a no ser que hayas confundido el sangrado de implantación del embrión en la cuarta semana con una regla escasa o tus ciclos menstruales fueran muy irregulares.

Tu bebé ya es tan grande como una semilla de pipa,mide aproximadamente entre 2-3mm y a partir de ahora, en cualquier momento puede empezar a verse en la ecografía.

A las cinco semanas, el embrión se parece a un renacuajo en forma de C y la membrana amniótica se forma para que proteja a tu bebé en crecimiento durante todo el embarazo.

Aunque el bebé es muy pequeño, los primeros vasos sanguíneos ya se están formando para crear el sistema circulatorio. Los tubos cardíacos se desarrollan para formar un corazón de dos cámaras, con un ventrículo y una aurícula. Al final de la semana, el corazón del bebé comenzará a latir.

El sistema nervioso central también comienza a desarrollarse: se forman segmentos del cerebro y la médula espinal y el cerebro forma vesículas cerebrales que crecerán para formar hemisferios izquierdo y derecho.

El sistema endocrino también se está desarrollando, comenzando a formar la tiroides, la paratiroides y las glándulas pituitarias anteriores. Las estructuras básicas de los sistemas respiratorio y digestivo comienzan a desarrollarse esta semana con tráquea, pulmones, hígado y páncreas.

Comienzan a formarse unos hoyuelos en el lugar donde se desarrollarán las orejas del bebé.